Saco a la luz aquí una serie de brevísimas narraciones tomadas del Diario de Operaciones de Lorenzo Mantilla. Eximias perlas que he descubierto recientemente y que dan fe de su vocación literaria. Apuntes para tu boca, las tituló él mismo
El tipo se levantó sudoroso y torpe. La camiseta siciliana ajustada a su panza. Ella lo miraba desde la cama con el rencor que dejan las entregas sin amor. El cielo parecía una lámina de vidrio sucio tras la ventana.
Mientras él se ponía los pantalones, ella encendió un cigarrillo. El humo le ocultó el rostro.
-¿ Por qué tengo la impresión de que hoy no te gustado? - dijeron los labios belfos del cliente .
Ella lo observó un segundo. Quizás menos. Luego sus ojos se congelaron en el techo.
- Porque eres la persona que mejor me conoce del mundo - mintió ella, y sus dedos esbozaron una caricia en su espalda.
Saco a la luz aquí una serie de brevísimas narraciones tomadas del Diario de Operaciones de Lorenzo Mantilla. Eximias perlas que he descubierto recientemente y que dan fe de su vocación literaria. Apuntes para tu boca, las tituló él mismo
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